quinta-feira, 22 de novembro de 2007

Historias y curas


Aprendí, caminando por la vida, que contar historias va más allá de mantener la memoria y ejemplificar pedagógicamente posturas y conductas. Palabras son mágicas. Con esta preocupación los indianos escribieran su primera gramática. La intención era no perder la fuerza del verbo, de la oración, de la súplica. Era transmutar el mundo a través del vocablo. Construir un nuevo mundo. Un nuevo paralelo psíquico. Una nueva persona. Para eso las palabras tendrían que ser preservadas. Su sintaxis, semántica... Y la primera gramática de sánscrito. Todo que hacía parte de la magia, desde de su secuencia a su pronunciación. La idea de magia en el lenguaje, sin embargo, no es propiedad exclusiva idealista de los orientales. Hay, todavía, tribus indígenas en Brasil en que los niños reciben dos nombres. Uno para el uso social y otro para el uso secreto que solo el niño y alguien mucho especial sepan. El saber del nombre da a la persona que lo sabe un poder especial sobre el poseedor del mismo. Si una sola palabra viene cargada de tantos poderes, imaginemos una secuencia construida con ellas. Contar historias entonces, es más que repetir hechos o sencillo ejercicio de la creatividad en el papel. Contar historias es formar mitos, arquetipos... es volverse al estadio inicial de las cosas, cuando ellas todavía son “verbo”. Y a veces el verbo se hacer carne, y sangre, y huesos. Y, así, aquello que se creó toma cuerpo, y gana electricidad, y movimiento. El doctor Frankenstein puede gritar a vivos pulmones: “Él vive!” . Conociendo bien las palabras, es así posible, no solo crear, sino reinventar una persona. En nuestra cabeza... pero también afuera de ella (pregúntasele a los que fueron víctimas de chismes maldosos!).
En el verbo, hay el retorno a los originales. Al principio, sentido original de todas las cosas. Buenas o malas. Y a las malas, dicho antiguo nos aconseja: se las arranca por la raíz.
Y pensando en magia , arquetipos, movimientos originales del inconsciente, en verbos que se hacen carne, en Malinches traductoras, en globalización y aprendizaje , me inclino a pensar, y concordar con Bruno Bettlheim ( “A psicanálise dos contos de fadas”- perdón no sé con que nombre fue publicado en español) : las historias tiene poder de cura. Ellas nos tocan en nuestras mas íntimas y secretas formaciones inconscientes. Esto conocían nuestros indios tupís. Esto era parte del recetario hindú: junto de la medicina, cuentos diarios, para curar el alma, fuente primaria de todos los males... y bienes!
Así que es necesaria una Odisea para saber el camino de vuelta a casa. Batallas y caballos para acordarnos de la realidad de nuestra falla y vanidosa humanidad. Una Dido suicida para acordarnos como valiosa es la honra y la vida .Y , así, dale 1001 noches para sanar un corazón duro y traicionado.
Así, de letra a letra, palabra a palabra, Xamas del lenguaje, Y Sherazade de corazones, nos hacemos necesarios. Soles en el camino. O si preferís, lunas llenas en la noche oscura de las pasiones. Cuente historias. Para sus hijos, maridos , mujeres, amantes, desconocidos. Cuente historias. Sea verbo en la carne de alguien. Imprimite en el espacio paralelo de las ideas. Vas a ver. La experiencia es, en el mínimo, inolvidable.

Veronica Cabral.
22/11/0722/11/07



para baixar o livro em português( há outros titulos interessantes tambem) : As mil e uma noites http://www.objetivo.br/colegio/livros_colecao_objetivo.asp

En español, infelizmente, no encontré todavía.Si alguien sabe, avisame para poner el linck aca.

domingo, 18 de novembro de 2007

Pérolas de Vero/ Perlas de Vero


Si a vida te dá as costas, lhe apalpe a bunda !!! /Si la vida te da las espalduas....le toque el culo!!!!!


O nervo ótico transmite idéias luminosas./ El nervio óptico transmite ideas luminosas.


O Sol nos dá luz, calor e turistas./ El sol nos da luz, calor y turistas. ( extraído de un examen/ tirado de uma prova de vestibular)

Un poquito de mi idioma para ustedes...

Bueno un poquito de mi idioma para vos.Esta es una música poco conocida de una de las cantante más famosas de mi pais, Marisa Monte. A mi me gusta mucho...y ultimamante me suena especial, por el mensaje, o sea , que si hay motivos para ser esta música acá(risa).Intenté traducirla....pero si todavía hay problemas me avisen..Disfruntela!


Água Também é Mar / Traduccion:

Água também é mar /Agua también es mar
E aqui na praia também é margem / Y aqui en la playa también es orilla
Já que não é urgente / Ya que que no es urgente
Aguente e sente aguarde o temporal / Soporta y sienta, aguarda el temporal
Chuva também é água do mar lavada / Lluvia también es agua del mar lavada
No céu imagem / En el cielo imagen
Há que tirar o sapato e pisar / Hay que sacar el zapato y pisar
Com tato nesse litoral / Con tacto (despacio y delicadamente) en
ese litoral
Gire a torneira, /Gire el grifo,
Perigas ver / Es riesgo ver
Inunda o mundo,o barco é você / Inunda el mundo el barco sos vos
Na distância, há de sonhar / En la distancia, hay que soñar
Há de estancar / hay que estancar
Gotas tantas não demora / Gotas tantas, no te demores
Sede estranha / Sed rara


si quieres escuchar la música: http://br.youtube.com/watch?v=uGJ-5mTgYVc

terça-feira, 13 de novembro de 2007

Yo y el viento




ubo una época que me gustaba el viento. No me importaba si era brisa fresca de primavera o helado anunciador del invierno; si era avispado indicador del otoño o húmedo y caliente vaho del verano. No me importaba el tipo, temperatura, violencia u hora. No me importaba la cantidad. El toque de su movimiento, ora leve y suave como las plumas de un delicado ruiseñor, ora loco y salvaje como el asalto de un lince sobre su presa, siempre me parecía dulce y arrebatador. Le permitía que se adentrara en mí, sintiéndome medio transparente y permeable, almibaradamente poseída por el alumbramiento de mis sentidos provocados y aguzados por su frívolo rozar. El alborotamiento del pelo y el espeluznar de la piel eran prontas respuestas a las amables caricias de su naturaleza voluble. Tenía, todavía, no más que quince primaveras. Y todo me era nuevo. Me entregaba, en cuerpo y alma, sin miedo a las nuevas sensaciones, en colores, sabores y olores, a los sueños, a los amores; y las ilusiones no me dañaban o lastimaban porque él, el amado viento, me acompañaba, siempre listo a limpiar, a curarme de los desvaríos del alma joven, sanarme de las amarguras, darme aliento. Me traspasaba y entraba silencioso en cada rincón, delicadamente abriéndomelos a un abanico de posibilidades. Siempre había un nuevo olor, un nuevo sabor a experimentar. Yo amaba el viento y él me retribuía, siempre, con dulces caricias, que traían, del más remoto esquinazo de la Vía láctea, noticias de vida esperanza.


Los Dolores, los golpes de la vida, los amores perdidos y las desilusiones tienen el poder de convertir en destrucción y hundimiento aquello que se pensaba seguro y firme. Las molestias seguidas pueden cerrar los más inocentes ojos para las cosas más lindas y obvias felicidades. Y la soledad, mala consejera de corazones, que nos nublaba tristemente la mirada, ocupando espacios vacíos con vacías promesas de libertad. Y fue, entonces, que aquel compañero dulce, pasó a verdugo perseguidor. Y no importaba donde estuviera yo, su hielo ya no más me anunciaban las blancas nieves del invierno, sino me hería como un cuchillo afilado, rasgándome el alma en llanto y dolor. La dulce brisa, que antes fresca me acariciaba, ahora me tiraba a los ojos una hojarasca, sin misericordia, de malos recuerdos de rotas alfombras, sucias y manchadas con la espesa hiel de las desilusiones, echándome en el corazón el amargo veneno del rencor. Y el otoñal movimiento del aire, dejaba desnudos los árboles de mi imaginación. El vaho caliente del verano se convertiría en húmedos ahogos de sollozos y miedo. Los tipos se añadían y agregaban con fuerza unos a los otros y tronando, rayaban en huracanes y tifones que de adentro se vertían en tempestades de lloro y rechinar de dientes. Ya no más entraba silencioso, sino crujiendo, violento y cruento, violándome en desvaríos de desamor. El alentador pasó a verdugo acusador, y sus suaves caricias no eran más que malévolos látigos en mi consciencia. Pasé a huir de él, de su presencia aterradora, entre abrigos y abrazos callejeros.


No lo deseaba, y él solo me quería herir.

Así como no hay verano infinito, no hay tempestad que dure una eternidad, la vida rueda, y voltea, y cansada de huir, me quedé a enfrentarlo. A mirarlo cara a cara. A sentirlo sin temor, con un coraje frío y suicida. Yo, un momento atrás, árbol descascarado por el tiempo, ojos cenizas por el sufrimiento, ahora solo bambú, cargado a su suerte y sabor, lo tengo de nuevo conmigo. Ya no tengo más el placer juvenil en su presencia. No deseo más su compañía, pero no la rechazo. No lo amo, sin embargo no lo odio tampoco. Lo soporto. Nos soportamos. Pienso en él qué me hacía amarlo. En lo qué me hacía buscarlo. Y en lo que, después, cambiados los sentimientos, me hacía huir. Quizás sabía que siempre había alguien con quien compartir sus divinas dádivas y me protegería de su salvaje volar. Quizás sabía que ya no había nadie más en quien apoyarme. Solo yo y el viento. Y tal vez, siempre haya sido así. Pero yo, en mi inocente niñez, no me había dado cuenta.


Ahora nos descubrimos. En nuestra completud. Enteros. Defectos y calidades. Ojalá volvamos al tiempo de compañerismo. Ojalá me pasé el frío en el alma, lo que siento aún en su presencia.


Ojalá, la soledad, no sea más tan mala. Nos deje en paz. Uno al otro. Al fin solos.


Veronica Cabral de Oliveira

08/10/2007.




Comentalo. Hace bien, no duele y es gratis.

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Esta soy yo.... y este mi refugio...



scribir es una acto brutal! Era algo así que decía el escritor Roberto Arlt. Y con toda la sinceridad que me compite, lo reafirmo. Este blog no está escrito con la facilidad de la escritura. Es algo mío para ustedes que me lean. Tambien espero algo de los que me leen: su sinceridad. Escribir para mí es un momento de dolor, y admito casi desespero. Escribir para mi no es una terapía de catarsis , como ando viendo en muchos blogs. ¡Y cómo me gustaría que lo fuera! pero no es. Escribir es casi mi perdición. La escitura es el lugar dónde me encuentro. Y la verdad que no siempre encuentro la Vero me gusta. O la Vero que me gustaría ser. De los que me leen espero cambio, amor, pero no complacencia. Gracias por se volveren parte de mi cura. Y por aunque me conozcan bien, sigan conmigo.






Veronica Cabral.





Habitación de Vero

http://www.meebo.com/rooms

¡yo! y mi ciudad ... Belo Horizonte...amigos... etc..

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